Charabasca es el ‘conjunto de leña menuda y hojas secas que caen al moverse las ramas que se han cortado’. Aprovechan la charabasca de las jaras y retamas pa sacar cisco pal brasero.
Con los derivados charabasquear ‘hacer ruido con la charabasca por el viento o las pisadas’, charabasquilla y charabasqueo. Ya se acerca el jabalín, se oye el charabasqueo.
Como sustantivo, en algunos lugares aparece jorasqueo con este significado: En Fuente del Arco, el jorasqueo avisa también en el campo de la proximidad de un animal porque ese ruido suele ser indicio de su presencia: Lázaro oyó un jorasqueo extraño detrás del chaparro, se asomó y era una de sus cabras (De hojarasca). Así como charamusqueo (Talaván), escarabajeo (Orellana la Vieja), etc. Palabras que se enzarzan unas con otras como las cerezas.
Volviendo al principio, charabasca se oye en las Vegas del Guadiana, La Serena y La Siberia. Santos Coco recoge en Badajoz charabasca ‘hojas secas, ramas menudas, puntas de leña seca’: Todo el terreno estaba cubierto de charabasca. Y charabasquear ‘hacer ruido en las charabascas por el viento o por las pisadas’: Ya viene. Se le oye charabasqueá.
El Diccionario registra chamarasca ‘leña menuda, hojas y palillos delgados que, dándoles fuego, levantan mucha llama sin consistencia ni duración’, con las variantes charamasca, charamusca... Y también, a partir de 1970, charabasca por recogerla de Venceslada que la incluye en su «Vocabulario Andaluz».
La chamarasca arde muy bien y levanta mucha llama aunque de corta duración. Rasgo característico de esta sonora palabra que sedujo a Juan R. Jiménez:
Mujer, ¡ay, chamarasca!Así pues chamarasca está en el origen de las demás variantes procedente del gallego-portugués chama 'llama', latin flamma, con influjo y cruce con las onomatopeyas chasca y chavasca ‘leña menuda de la poda’, que reproduce los chasquidos de la hojarasca al arder o ser pisoteada (chasc).
Mucha llama
de pronto...
Después, ¡nada!
El campanariense Reyes Huertas utiliza la variante chorabasca en una de sus «Estampas Campesinas Extremañas»:
Y nos describía el olor de la arena mojada, un olor crujiente y fanfarrón que comparaba en su sentido al sentido del fuego en la chorabasca (El olor de la merienda).
Charabasca se aplica también en sentido figurado a una ‘persona de corta edad informal, inquieta y traviesa’ (chisgarabís). Y así lo emplea Luis Chamizo en su poema «Extremadura»:
Mari-Rosa:
la repionela,
la gorgorina,
la galrotera,
la charabasca,
la cusculeja.
© JJBL
Vocabulario Popular de Extremadura
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