Las joritañas son las hogueras que encienden los pringones, como se conocen a los habitantes de Torrejoncillo, la noche de la fiesta de la encamisá en honor de su patrona la Inmaculada Concepción.
En el momento de aparecer el estandarte de la Virgen, las escopetas redoblan los disparos de salva. A continuación se incia la procesión encabezada por el mayordomo y portaestandarte, al que escolta una vistosa caballería. Se trata de los paladines “encamisaos” con sábanas bellamente decoradas que cabalgan enarbolando una pica con un farol en su extremo.
Después se degustan los coquillus ‘dulces típicos del lugar’ por vecinos y forasteros congregados en torno a las joritañas, fogatas que son avivadas por las jachas.
Amantes de sus tradiciones, los pringones o torrejoncillanos reflejan el orgullo de serlo en su folclore:
Al pie de Torrejoncillo,
yo vi al rey con su corona
llorando como un chiquillo
desdenes de una pringona.
© JJBL
Vocabulario Popular de Extremadura
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