Bobilla (o bubilla) es el nombre de la ‘abubilla’ en gran parte de Extremadura. Pronunciado bobiya por yeísmo. Se trata de un pájaro que despliega una cresta de plumas sobre su cabeza.
Con fama de mal oliente (Hiedes más que una bobilla), su canto se escucha con más intensidad a partir de marzo por lo que es creencia que anuncia la primavera. En Feria se dice:
Primero canta la bobilla,
después el cuco,
y más tarde el abejaruco.
En Alburquerque y Sierra de San Pedro se conoce como poipa (popa en Olivenza), del portugués poupa ‘este pájaro’. Nombres procedentes del latín upupa y su diminutivo upupella, por la onomatopeya de su canto: u-pu-pu.
En La Serena (Quintana) le llaman betuta y en la Siberia Extremeña (Siruela) palmesa.
Esta palabra (bovilla) aparece en «Calamita» una comedias "a fantasía" del torreño Bartolomé Torres Naharro:
Yo que me veo en camisatómome a dar combadillas;veréys aquellas bovillasmearse todas de risa.
Luis Chamizo emplea la variante bubilla (con aféresis de la a) en "La Siesta":
No chilrían los mirlos entre las mimbres,
ni s'arrullan las tórtolas en las charnecas,
ni los cucos burlones ni las bubillas,
entre las espadañas jacen la ruea:
qu'al fuego derretío d'un sol de plomo
callan los musiqueros de las riberas.
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Vocabulario Popular de Extremadura