El rusco o brusco es una planta liliácea que crece entre rocas con falsas hojas rígidas y apuntadas que da una baya roja.
En Extremadura recibe los nombres de chibarba o achibarba (En Feria, Alconchel y Oliva de la Frontera), chumbarba (Cadalso en Sierra de Gata), churribarba (en Puebla del Maestre y Peñalsordo)… entre otras variantes.
Además de como planta de adorno, antaño se utilizaba como escobilla para limpiar telarañas de cobertizos y desollinar chimeneas.
A pesar de tan bajo oficio, su nombre apunta muy alto: Al Dios-Padre de los romanos. Nada menos, pues chibarba, como otras denominaciones populares de esta planta (chubarba, chusbarba o yusbarba…), es una variante de jusbarba ‘rusco’, que procede del latín Jovis barba ‘barba de Júpiter’.
José Muñoz Gil en su obra «La Villa de Feria» emplea chibarba junto con otros nombres botánicos propios de esta localidad:
José Muñoz Gil en su obra «La Villa de Feria» emplea chibarba junto con otros nombres botánicos propios de esta localidad:
Entre paredes y en los lindazos busca los humedales la siempre verde chibarba. Esta espinosa planta por el escaso cuido que precisa para su desarrollo fue empleada como maceta para adornar los zaguanes de las casas, junto a las pilistras.
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Vocabulario Popular de Extremadura