Rejollijo es una palabra del vocabulario hurdano que Miguel de Unamuno recogió durante su visita a Las Hurdes en el verano de 1913 tal como aparece en su su obra «Andanzas y visiones españolas»:
Y el novio iba la víspera de la boda al monte a recoger helecho para la cama nupcial, la del rejollijo (Las Hurdes).
Se trata de un derivado del verbo rejollar, variante local por resollar 'jadear, respirar fuertemente y con algún ruido'. Su relación con lecho de bodas no precisa más explicación.
Jelecho del rejollijo,lecho de boda jurdana,no eres más que un armadijodel Demonio, que a la ganade propagar la miseriase agarra, y sí en momentosde calentura en la feriamerca sus resentimientos.
En las Hurdes, la víspera de una boda los amigos del novio iban a rejuntar el helecho que formaría la primera cama del nuevo matrimonio en el miserable tugurio. Era el jelecho del rejollijo.
El helecho del rejollijo desapareció con la llegada del colchón a las casas hurdanas y por consiguiente este término se batió en retirada del vocabulario popular hurdano y extremeño.
Con rejollijo se relaciona el verbo derivado de helecho o jelecho (con aspiración de la inicial) enjelechar 'acostarse, encamarse' por hacerse de helecho la cama o lecho para dormir; así como el adjetivo verbal enjelechau, 'metidos en la cama' tal como aparece en el relato dialogado «Las Bodas», publicado en el número 41 de la revista «Las Hurdes» (Junio 1907):
Comu tantu ha yovíu, han veniu pingandu y jasta con un resfríu la moza y con un gómitu el mozu que paí adrentu andan enjelechaus toa la mañana.
JJBL: Vocabulario Popular de Extremadura
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