Trúbila es una forma de nombrar a la ‘tormenta’ en Las Vegas del Guadiana y La Serena. Con su derivado atrubilao ‘tormentoso, borrascoso’: Una noche atrubilá, que llovía si agua había en el cielo.
Santos Coco recoge esta palabra en Campanario
como ‘la tormenta, cuando empieza’: Vamos, que nos va a coger aquí la trúbila.
Reyes Huertas, natural de este pueblo, la emplea en su novela «La sangre de la raza»: Cuando sentados al calor
de la hoguera se siente fuera del chozo ulular la trúbila y sonar vagarosa la esquila de los recentales... Está el tiempo atrubilao.
!Ay, no salgas, pastorcito,que la trúbila es muy recia,y es una loba muy grande,y es muy difícil la senda.
También Luis Chamizo se hace eco de esta voz en su poema «Extremadura» con el sentido de ‘perturbación no atmósférica, sino anímica’:
Pero de pronto dijo una cosa la Mari-Rosa,
dijo una cosa la galrotera
que dio en la llaga del jimploteo,
movió la trúbila de la tristeza
y en el relámpago d’un calofrío
surgió de pronto la vida nueva.
© JJBL
Vocabulario Popular de Extremadura
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