ANGÜEJO

El angüejo es el ‘ombligo de Venus’, una planta crasulácea de hojas carnosas en forma de sombrilla. En la pared del corral hay muchos angüejos.

Frecuente en muros y tejados viejos, se le atribuyen propiedades cicatrizantes aplicada como emplasto, por lo que también es conocida como hierba de bálsamo.

En otras partes recibe nombres tan gráficos como oreja de fraile, gorro de sapo, sombrerito. 

En comarcas occidentales del antiguo reino de León como Cabrera, Sayago, Aliste y La Ribera se conoce como vasillo (adaptación del portugués vaselo derivado de vaso ‘recipiente cóncavo’), que se convierte en basilio en La Sierra de Gata y otras comarcas cacereñas como Las Hurdes, Valle del Alagón y Riberos del Tajo, basidro en Albalá, gansillo en Valdefuentes y agasillo (en La Vera). Entre otros nombres vernáculos no menos expresivos como sombrerillo (en Herrera del Duque) y embudo o embudillo (Las Villuercas), de donde ambuillo o angüillo (Cañamero, Berzocana) por la forma redonda de sus hojas hundidas por el centro, donde se inserta el rabillo.

Embudillo se extiende también por La Siberia (Talarrubias, Siruela...) En varias comarcas de Badajoz aparece otro diminutivo de embudo como embudejo (Zahínos y Alconchel) y sus variantes embuejo, ambudejo (en Oliva de la Frontera) o ambuejo, de donde a la postre procede angüejo, por velarización de la oclusiva sonora (bu > gu) y caída de la d.

En otros lugares de Extremadura aparece otro diminutivo de embudo como embudejo (Alconchel, Zahínos) y sus variantes ambudejo (Oliva de la Frontera), o ambuejo, de donde procede finalmente angüejo (Feria, Malpartida y Esparragosa de la Serena), por velarización de la oclusiva sonora (bu > gu) y caída de la d. Almudejo en Salvatierra de los Barros por influjo de almude.

La orellanita Isabel Gallardo emplea la forma embudillo en su novela inédita: «Torres muy altas»:

“Crecían las yedras, las uvas de lagarto, los embudillos y otras plantas parasitarias”.

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